martes, 16 de junio de 2015

DOCUMENTAL DEL MES


NO OS LO PODÉIS PERDER !!!! Fue ayer en el Teatre Municipal Catalina Valls (Passeig Mallorca) de Palma. Lo repetirán el martes día 30 de junio



El mundo está inmerso en una gran crisis global que tarde o temprano se deberá afrontar: el cambio climático, el agotamiento de los recursos fósiles y la contaminación urbana y la de los océanos. La bicicleta se erige como una poderosa herramienta para el cambio, pero la industria automovilística invierte millones de dólares cada año para favorecer sus negocios. Bicicletas vs. Cochesse presenta en la iniciativa de El Documental del Mes en 55 ciudades del Estado español i Latinoamérica. Con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente se ofrece una película singular que nos presenta varios activistas y pensadores que luchan para conseguir ciudades más sostenibles. Su signo distintivo es que se niegan a dejar de ir en bicicleta, a pesar del aumento del número de muertos en accidentes de tráfico o de la contaminación.
Bicicletas vs Cars recorre el mundo de la bicicleta a través del testimonio de activistas y está llena de opiniones curiosas. Por ejemplo, cuando un vendedor de coches mirando a la cámara que sostiene su director, Fredrik Gertten, le reconoce que: "Yo no estoy vendiendo sólo mi coche de gasolina, pues soy tan verde como el que más." O cuando un director de anuncios de coches le dice que se mueve en bicicleta porque el tráfico es horroroso. O cuando un taxista en Copenhague, ciudad que para muchos es el paraíso para los ciclistas, le confiesa que su vida allí con tantas bicicletas como insectos pululando frente a su volante es "un día en el infierno." O cuando interviene el político de Toronto, Rob Ford, cuyas opiniones pueden realmente sorprender, una ciudad por cierto en la que mueren 3 peatones cada día y 1 ciclista cada 7 horas. El equilibrio que busca su director no es (o no debería ser) la aniquilación total de los automóviles, pero si al menos que es necesario un cambio en la correlación de conseguir un transporte más racional en las zonas urbanas y un cambio general en la perspectiva que tenemos de la movilidad.
El documental parte de la visión de los que no quieren dejar de ir en bici en grandes ciudades como Sao Paulo, Los Ángeles, Toronto o Bogotá que luego contrasta puntualmente con la meca ciclista de Copenhague. A lo largo de los noventa minutos de proyección van apareciendo datos impactantes, tales como que los norteamericanos se pasan 55 días laborales en tiempo dentro del coche en sus desplazamientos, aunque más del 50 % de estos son de menos de 5 km. 
El documental se desarrolla con un estilo aparentemente disperso, pero sabe mantener el pulso del interés para que la película resulte entretenida, a la vez que nos da a conocer realidades y personajes algunos de ellos entrañables. Sorprende el rescate de imágenes de Los Angeles en los años treinta, ciudad que tenía en aquel entonces una fantástica infraestructura de transporte público y ciclovías hasta que en los años cuarenta las empresa automovísticas se apoderaron de la ciudad y se iniciaron la construcción de autopistas en detrimento de toda aquella red sostenible. 
La película centra su objetivo en aportar elementos para el debate sobre como reducir la dependencia del automóvil en las ciudades. Con 1000 millones de vehículos (2012) en todo el mundo es obvio que no se pueda sostener este modelo para vivir de forma saludable en las ciudades. 
El documental está protagonizado por algunas  personas activistas comprometidas para conseguir más seguridad al circular en bici. En Sao Paulo, estos consiguen que finalmente el ayuntamiento instale cuarenta mil parkings de bicicleta y 400 km de carril bici en 2014. Pero la muerte de los jóvenes ciclistas atropellados deja por toda la ciudad muchos "ciclistas fantasmas". Aunque como dice, la activista brasilera,  Aline Cavalcante: "al cielo todos vamos en bici". En Bogotá, una ciudad que en 2010 tenía 900.000 coches registrados y en 2013 ya alcalanzaba el millón y medio, una maestra y su iniciativa Bicicleta educativa, lleva a sus alumnos de excursión en bicicleta porque considera que sólo así se les habitúa a tomar gusto por moverse por al ciudad de una forma más sostenible, y como reconoce: "menos coches es más amor". Finalmente, la activista de la bicicleta de Sao Paulo reconoce que debemos poner ante todo algo de sensatez: "Usted es el dueño de su coche, no de la calle. La calle es de todos nosotros. Esto no es una guerra. Es una ciudad."