lunes, 14 de marzo de 2016

En contrario al automóvil, la bicicleta es simple, ligera y hermosa. Solo con la fuerza de las piernas la puede mover y hacer volar. La bicicleta es alegre, silenciosa, no molesta. Me transporta por espacios a escala humana:, puedo detenerme a contemplar los paisajes, y seguir mirándolos mientras pedaleo. Desde mi bicicleta, las aves, la luz y el camino son mis cómplices y compañeros.