Me llamo Vicenta Risso, soy paraguaya residente en Palma desde hace 7 años. Desde mi estancia en esta ciudad he optado por la bicicleta como movilidad porque resulta saludable, y por respeto al medio ambiente, además de ahorrarnos gastos. El pasado 7 de febrero sustrajeron mi biccleta a la altura de Camino Génova No. 45, donde como siempre la dejaba amarrada a una papelera en las cercanías de mi trabajo. Se trataba de una bicicleta de mujer alemana V-brake con freno trasero contrapedal de tres velocidades, color azul, valuada en 350 euros.
Al percatarme del suceso recurrí hasta la sede policial en Paseo Mallorca, donde la Policía tomó mi denuncia. Tras preguntar la estadística de robo a la policía, me contestaron que últimamente acontece muchos robos de bicicletas.
Con la copia del atestado No. 2657/13, salí de la Policía sin ninguna esperanza de que encontrasen a Sol.
Además de esta copia, he facilitado una fotografía de mi bicicleta a la policía en un correo electrónico (mallorca.cdcentroodac@policia.es), por las dudas.
El pasado 23 de abril, por tercera vez urgué en la página de milanuncios, decidida en comprar otra bicicleta de segunda mano de costo accesible. Ese día, incluso realicé una llamada a uno de los anunciantes para concretar la compra. A veces es importante hacerle caso al instinto, continué urgando y me encontré con la sorpresa de que "mi bicicleta" estaba anunciada para ser vendida. El anuncio rezaba lo siguiente: "vendo bicicleta alemana, freno delantero, v-brake, con freno trasero contrapedal, tiene 3 velocidades y luz funciona estupendamente. El anuncio provenía de Binissalem desde dónde una mujer plenamente identificada, ofrecía la bicicleta por 120 euros. Inmediatamente llamé a la policía ese día 23, y me invitaron a que ampliara la denuncia.
Regresé esa noche hasta Paseo Mallorca, y vuelta otra vez el mismo tramiteo de denuncia. La Policía muy relajado dijo, que el departamento policial de la zona de El EsCorxador se encargaría del tema, y, que esperase su llamada o vaya personalmente hasta la sede. Así lo hicimos junto con la compañera de piso, quien gracias a su predisposición, porque no podía acercarme por cuestión laboral, fue hasta esta sede policial munida de una copia de la página donde anunciaban la venta de mi bicicleta además de la fotografía.
INEPTITUD POLICIAL
Tras esperar más de 2 horas, la policía informa que me llamarían para recuperar la bicicleta.
UN CALVARIO
Tras esperar hasta el 25 de abril a que la Policía cumpla con su responsabilidad y promesa, el día miércoles 24 de abril llamé a la mujer que ponía en venta mi bicicleta con la intensión de saber si aún la tenía en su poder, y efectivamente fue así.
El día 25 de abril vuelvo a insistir a la Policía sobre el caso, quienes evidentemente denotaban total y absoluto desinterés por este tipo de robo. Cuando finalmente los nervios y la impotencia ganaban el combate, realicé otra llamada el viernes 26, con un tono reaccionario y cuestionador a la labor policial, que fue hasta ese día, "NULA" , logramos junto con mis jefes presionar la situación para que reaccionen y me acompañen a recuperar la bicicleta.
Por otra parte, en la misma página de anuncios, la misma mujer junto con un hombre "identificado", y que portaban el mismo No. de móvil, ofrecían otras bicicletas; una de la marca Gac años 70 color verde, otra bicicleta infantil Coluer con rueditas, color verde limón, y otra de la marca Orbea color rojo de los años 70. Esta información no le interesó a la Policía tras contestarme que no era de mi incumbencia.
Finalmente, tras un desgaste de energía, impotencia, nervios, decepciones y mucha insistencia y tenacidad, la Policía decidió acompañarme hasta Binissalem donde previo acuerdo con la mujer, nos encontraríamos para supuestamente comprarle la bici.
Tras llegar al sitio, y luego de que la mujer se acercara con mi bici, dos policías de civil se presentaron en el lugar, y tras identificarse ante la mujer, procedieron a recuperar mi bicicleta.
Labraron acta, tomaron los datos de la mujer quien manifestó que había comprado la bicicleta en el mercadillo de Marraxi por 25 euros.
La Policía me entregó la bicicleta en calidad de "depósito bajo mi guarda y custodia" hasta que finalice el procedimiento judicial.
Esta experiencia para mi fue como intentar tragarme a un Sapo. Saludos, fuerza, tenacidad y paciencia sobre todo ante la Policía, quienes con esta experiencia dejan mucho que desear.
FOTO
La foto de la izquierda fue después de recuperar la bici, portaba una canastilla de color gris que se la arrancaron. Tengo otras tomas, pero no las envío por respeto al niño que aparece en las otras fotografías junto con la policía de civil. La segunda foto donde aparece mi perro, es una toma que había hecho a mi bici el año pasado, y cuya fotografía fue entregada a la Policía como prueba identificatoria.
