domingo, 10 de noviembre de 2013

Largo verano en Cantabria

He pasado unos meses por Cantabria, disfrutando del clima y de la bici, y sin la angustíia diaria de que al salir de la biblioteca, o del súper o del agua del mar ya te la habrán robado...
Me llamaba la atención ver que en Santander, mi ciudad, todavía usan aquellos candaditos de bicis que teníamos hace 30 años, ¡que envidia!, no podía menos que comentarlo "en Palma ya no tendríamos bici"... algunas cerradas solo con un cepo en la rueda trasera, sin fijar siquiera a un hierro, aparcabicis o señal... Y ahora a la dura realidad de aquí, llego y me entero que han robado la del hijo de Bernardo, y eso que es Policía Nacional, voy a nadar y camino del poli encuentro esta, más que violentada...
Aunque no sirva de mucho he registrado la que uso ahora, la de corredor de Juan, que usé cuando llegué a Mallorca en el 84, me ha gustado reencontrarme con ella, como con un amigo amado en otro tiempo, al que reconoces y quieres.

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